Abrí la puerta y entró mi padre- qué frío hace -dijo
Abrí la puerta y entro mi madre -te chirría mucho hija-apuntó
Abrí la puerta y entró mi hermana -Me quedo un ratito solo-masculló
Abrí la puerta y entraron mi abuelo y mi abuela-Traemos unos huevos
Abrí la puerta y entraron mi abuela y mi abuelo-¿Estás acatarrada?
Abrí la puerta y entraron mis dos tías y mi tio
Abrí la puerta y entraron mi prima y sus hijas
Estaban todos y todas, cada uno decía algo.
Y la puerta de mi casa se cerró de un portazo, alguien la dejó abierta y hay corriente.
Dentro se encendió un fuego, se aceitó la puerta, se paró el tiempo, se frieron huevos, se sonaron mocos y se escuchó cantar a las niñas.
Cuando el tiempo ruló de nuevo, volví a abrir la puerta y salieron diciendo algo.
Después la cerré y me quedé conmigo. Me dije algo, así para dentro. Algo que decía mi padre o mi abuelo o que alguna vez dijo mi madre. Pensé que a mi no me servía, así que abrí la puerta y la voz se marchó también .
Cerré la puerta y me acerqué al fuego para asarme unas castañas.
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